Los niños experimentan muchas transiciones durante su infancia. Las transiciones pueden ser estresantes para algunos niños y muy suaves para otros. Cada niño reacciona a las transiciones de manera diferente, dependiendo de dónde se encuentre en su desarrollo, su temperamento y sus experiencias previas durante situaciones similares. Así como un niño puede reaccionar con miedo y tristeza cuando lo dejan en la escuela, otro puede expresar alegría y emoción. Es importante tener en cuenta que no existen reacciones buenas o malas que haya que cambiar. Pase lo que pase, los niños deben sentirse libres de expresar sus sentimientos, recibir consuelo de los adultos y recibir apoyo para desarrollar sus propias maneras de enfrentar el cambio. Es importante comprender cómo el desarrollo afecta la reacción de los niños a las transiciones.
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