Los bebés comienzan a aprender desde el momento en que nacen, y algunas de las cosas que aprenden en sus primeros meses de vida son habilidades y conceptos fundamentales que se les enseñarán directamente años más tarde. Interactuar con los bebés y niños pequeños sobre el mundo que los rodea, lo cual incluye leer libros y narrar cuentos, es la mejor manera de construir las bases para la lectura. Las ideas que los niños forman en el curso de estas interacciones y las palabras nuevas que aprenden los ayudarán a establecer conexiones más adelante, cuando aprendan conceptos nuevos, tales como las ideas clave de Ciencias y Estudios Sociales.
Aprender
a escribir implica la habilidad de los niños para controlar los instrumentos de
escritura. Esta capacidad es una consecuencia de los años de desarrollo de las
habilidades motoras finas que comienzan en la infancia. Proporcionar a los
bebés diversos materiales para que los manipulen les ayuda a desarrollar la
coordinación entre la vista y las manos, así como el control de sus manos y sus
dedos. Una actividad especialmente valiosa para preparar a los niños pequeños
para la escritura es dibujar, ya que les brinda otra oportunidad para
desarrollar sus habilidades motoras finas y los ayuda a conectar las marcas simbólicas
en el papel con las palabras o los mensajes orales.
Participar en experiencias de juegos de escenarios de mentira es una forma
adecuada para el desarrollo de los niños para aprender. Durante el juego, los
niños pueden utilizar todos sus sentidos para probar cosas nuevas, hacer
predicciones y resolver problemas. El juego permite que los niños practiquen
las habilidades tempranas de matemáticas y de lenguaje dentro de un contexto
significativo.
Otra
manera de ayudar a los niños a desarrollar su comprensión emergente de las
matemáticas es que los cuidadores usen con frecuencia conceptos relacionados
con las matemáticas durante sus interacciones con los bebés y niños pequeños.
Mucho antes de que los bebés aprendan los nombres de los números, ya demuestran
tener capacidad para discriminar entre las distintas cantidades, y de darse
cuenta cuando un objeto nuevo es más grande o más pequeño que otro objeto que
ya conocen. Estas ideas iniciales sobre los números y los tamaños sientan las
bases para comprender los conceptos matemáticos más avanzados. Los adultos
pueden guiar a los bebés y niños pequeños durante su aprendizaje de las
matemáticas, involucrándolos en la exploración de objetos que difieran en
tamaño, forma y cantidad. Aprender a discriminar entre objetos en función de
sus diferentes atributos también es fundamental para desarrollar la lógica y el
razonamiento. El desarrollo temprano del razonamiento lógico y otros procesos
cognitivos esenciales no solo contribuyen a que los niños dominen las materias
escolares en el futuro, sino que también los ayudan a resolver problemas en
toda una gama de contextos.