Los bebés nacen para aprender. Su afán de aprender, curiosidad y apertura a nuevas experiencias parecen surgir naturalmente. Fomentar estas características en los bebés y niños pequeños construye las bases para su aprendizaje en los entornos más estructurados que experimentarán en el futuro. Asegúrese de que los bebés cuenten con múltiples oportunidades para explorar el medio ambiente y de que se les ofrezca una variedad de materiales que estimulen todos sus sentidos.
Al mismo tiempo, no se puede esperar que los bebés desarrollen por sí solos estas disposiciones iniciales; los cuidadores juegan un papel importante en cuanto a estimular y alentar los comportamientos exploratorios y en ayudar a los bebés a establecer conexiones entre estos comportamientos y los conceptos y habilidades recién aprendidos. La clave es involucrar a los niños en experiencias de aprendizaje que les sean significativas y agradables. Por ejemplo, el juego y la exploración ayudan a los niños a aprender y a expresarse creativamente. Durante el juego, los niños pueden utilizar todos sus sentidos para probar cosas nuevas, hacer predicciones y resolver problemas. El juego también permite a los niños ser creativos y flexibles y a comprometer su imaginación en escenarios imaginarios que construyen las bases para las habilidades del funcionamiento ejecutivo en el futuro.
Otras disposiciones y hábitos que contribuyen al éxito de los niños, incluso más allá de la escuela, tales como la persistencia, la atención y la iniciativa, pueden presentar una mayor variabilidad entre los niños. Algunos niños pueden necesitar más apoyo que otros para desarrollar estas características. Las maneras en que los bebés expresan sus enfoques de aprendizaje varían según su temperamento y de acuerdo al contexto cultural. La conciencia de los cuidadores sobre estas diferencias, y cómo abordarlas, es fundamental para apoyar estas competencias. La capacidad de regular el comportamiento de uno mismo es una competencia que es igualmente importante cuando se aplica al aprendizaje en el dominio cognitivo, así como a aprender a actuar en diversas situaciones sociales. Los bebés tienen algunos mecanismos que les permiten regular sus emociones y utilizar la retroalimentación para ajustar sus acciones. Para aprender a regular los comportamientos más complejos, los bebés necesitan integrar estos mecanismos con el desarrollo de las habilidades cognitivas, sociales y lingüísticas.